UNA JOYA DE LA NATURALEZA RARA Y PRECIOSA

La esmeralda, con su vibrante color verde y su brillo único, ha cautivado a la humanidad durante siglos. Considerada una de las cuatro piedras preciosas más importantes junto al diamante, el zafiro y el rubí, la esmeralda ostenta una belleza incomparable y una rareza que la convierte en  una piedra muy prestigiosa.

Este tesoro de la naturaleza encapsula la historia de la tierra y la fascinante geología de nuestro planeta. No solo es una piedra preciosa apreciada por su color verde intenso y vibrante, sino que también posee una composición química única y una notable dureza.

Su naturaleza y color hace parte de la variedad del mineral berilo. Su composición química se define por la siguiente fórmula: Be3Al2(SiO3)6. Compuesta por elementos como Berilo, aluminio, silicio y oxígeno. Además la presencia de los óxidos de cromo, vanadio y hierro, en pequeñas cantidades que definen su color verde.

La esmeralda se ubica en el puesto 7,5 a 8 en la escala de Mohs, lo que la convierte en una piedra relativamente dura. Sin embargo, es importante tener en cuenta que es más susceptible a las roturas y rayaduras que otras piedras preciosas como el diamante, por lo que requiere mayores cuidados.

Las esmeraldas se encuentran en diferentes partes del mundo, pero las más preciadas son las de Colombia, seguidas de Zambia y Brasil.