Las esmeraldas colombianas son reconocidas por su alta calidad en todo el mundo. Protagonistas en piezas de alta joyería y usada por celebridades y grandes personalidades. No solo son las más valoradas del mundo, sino que también ostentan un legado de excelencia que las distingue de las demás. Su color verde intenso y vibrante, su claridad excepcional y su tamaño notable las convierten en gemas muy codiciadas, por su calidad superior, brillo y belleza única.

Colombia es reconocida como el principal productor de esmeraldas de alta calidad del mundo, con una participación que ronda el 70% – 80% de la producción global. Se extraen principalmente en las minas de Muzo, Coscuez y Chivor ubicadas en las montañas de los Andes. Estas minas son conocidas por producir esmeraldas de calidad superior, lo que las hace aún más raras y preciadas; y han estado en operación durante siglos, su historia está impregnada de tradición y leyenda.

¿Por qué las esmeraldas colombianas son las mejores?

Se distinguen por su color verde intenso y vibrante, conocido como “verde esmeralda”. Este color único se debe a la presencia de cromo y vanadio en la composición química de la piedra. La geología única de la región donde se encuentran las minas, combinada con las condiciones climáticas específicas, crea un ambiente ideal para la formación de estas gemas con un color verde incomparable.

A pesar de ser naturalmente más propensas a las inclusiones que otras piedras preciosas, las esmeraldas colombianas se caracterizan por su claridad. Las inclusiones finas, conocidas como “jardín”, son apreciadas por algunos por agregar un toque único a la piedra. Poseen un brillo excepcional debido a su índice de refracción alto.